¿Qué tal,
lectores? ¡Bienvenidos a la reseña del segundo libro de la trilogía
Anima Mundi! Con todos vosotros: “Hijos de Atlantis”.
Lena, la heroína
que nunca quiso serlo, experimenta con sus habilidades recién
descubiertas. Cuenta con la ayuda de un grupo de yamakasi para
enfrentarse a karah y su afán por abrir la puerta que puede
conectarlos con otra realidad. ¿Hay algo de cierto en las leyendas
que dicen que proceden de otro mundo? ¿Qué es el Anima Mundi?
Todo es aún más
complejo y peligroso de lo que imaginan. Y Lena, dividida entre dos
amores, entre haito y karah, tendrá que tomar una
decisión trascendental mientras lucha por su vida y por su mundo,
que es el nuestro.
Demasiado
peligroso. ¿Te atreves a desafiar a los cuatro clanes?
“-Así que por eso he llevado esta vida… -Lena hablaba casi para sí misma-.Porque todo el mundo piensa que me van a necesitar para entrenar a Arek.
-No sólo por eso, Lena. Has llevado esa vida porque hay clánidas que no ven con buenos ojos la posibilidad de abrir la puerta y preferirían verte muerta. Y además…creo que ya es hora de que lo sepas…”
La realidad es
que las segundas partes suelen ser mejores que las primeras, pero a
mí me ha gustado un poquito más “Hijos del clan rojo” que
“Hijos de Atlantis”.
Creo que a este
libro le ha faltado un poco más de la acción del primero, por lo
demás, casi no hay diferencia.
La trama es
básicamente lo que pone la sinopsis: Lena sigue viajando de acuerdo
a las instrucciones de su madre mientras que los clanes intentan
convocar una reunión para hablar sobre abrir las puertas.
Para mi alegría,
la información no está taaan dosificada como en el primer libro. Se
amplía bastante lo que sabemos sobre karah, Lena y su pasado;
y las revelaciones son más frecuentes.
En cuanto a los
personajes tenemos a una Lena protagonista muy evolucionada desde el
comienzo de la historia. Más madura, decidida y vengativa. Si antes
era un personaje que me gustaba, ahora me encanta.
Si hay que hablar
de los otros clánidas, tengo que decir que estoy aún más
confundida que antes. Para empezar, se añaden personajes del clan
azul, desconocido hasta entonces y además se profundiza mucho
sobre el pasado de todos ellos, por lo tanto un personaje tiene como
cuatro/cinco nombres distintos. Es decir, que en un momento yo tenía
un tremendo embrollo en su cabeza y no recordaba quién era quién,
si hablaban de dos personas distintas o si era una… En fin, todo un
lío. En el primer libro me las apañé con el listado de personajes,
pero a pesar de que este también lo trae, no incluye los diferentes
nombres de un mismo personaje.
También aparece
un nuevo grupo de personajes muy variados, los yamakasi. Unos
chicos y chicas que practican parkour y que se hacen amigos de
Lena.
Finalmente, en
este libro sucedió la catástrofe. Apareció un triángulo amoroso y
no me gusta ninguna de las dos opciones que tiene la protagonista. Yo
no soy de esas personas que aborrecen cualquier tipo de triángulo
amoroso, pero si no está bien construido, ya me perdisteis. Me
pareció un poco forzado, pero por suerte no se le dio mucha
importancia en la historia.
El final, no me encantó. Me pareció un poco “MEH” comparado con
el de “Hijos del clan rojo”, el problema fue la falta de acción
que os comenté antes. Espero que el principio del siguiente libro lo
compense.
¿Habéis leído la trilogía? ¿Os gustan los triángulos amorosos? ¡Contadme en los comentarios!
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